DÍA DEL LIBRO 2008: LAS FÁBULAS Y LOS FABULISTAS




La fábula es un relato que da una imagen alegórica del mundo real; un espejo que se pone ante los hombres para que escarmienten en cabeza ajena, una acción dramática en la que personajes bien caracterizados (fundamentalmente animales humanizados) se expresan mediante diálogos y acciones.

Las primeras referencias históricas se encuentran en Mesopotamia (2500 AC) y de ahí llegan a Grecia, Italia y después a Europa.

En la Grecia Clásica la fábula surge en el siglo V AC con Esopo, cuyas fábulas se hicieron tan populares que hasta Sócrates se las sabía de memoria.

Heredero de Esopo, el primer fabulista en latín fue Fedro, en el siglo I de nuestra era.

En España, a avanzada la Edad Media, las fábulas de Esopo y Fedro se entremezclan con las traídas por los árabes y se acomodaron en libros como “El libro del buena amor” del arcipreste de Hita, “El conde Lucanor” del infante Don Juan Manuel y las obras de Lope de Vega, Calderón de la Barca o Tirso de Molina.

En Francia La Fontaine alcanzó un clamoroso éxito con sus “Fables Choisies”, de 1668.

En España, Samaniego, en 1781, abrió el camino de la fábula a otros poetas entre los que destaca Iriarte y, años más tarde, Hartzenbusch.

Las fábulas han tenido siempre una vocación educativa, por ellos se agrupan en distintos apartados: enemistad, maldad, paciencia, ingratitud, verdad, inteligencia, deseos, odio, dolor, trabajo, pereza, venganza,…

En las fábulas de Esopo el comportamiento de los animales es siempre predecible. No les queda alternativa, no pueden ser otra cosa que ellos mismos. Son como son, ni más ni menos, y en ello se encierra la maravillosa lección y la esencia de las fábulas.

2 comentarios:

marta dijo...

¡ que pena que aquí no hay ningún comentario pero suerte que aquí estoy yo para poner uno!

por cierto, felicidades lucía pr ganar el premio.

marta guerreiro aneiros

carmen diaz dijo...

pues que sepas marta que ahora ya hay dos