UNA FÁBULA



LA TORTUGA Y LA LIEBRE


Cierto día una liebre se burlaba de las cortas patas y lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó:
-Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una competencia.
Y la liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la zorra que señalara el camino y la meta.
LLegado el día de la carrera, arrancaron ambas al mismo tiempo. La tortuga nunca dejó de caminar y a su lento paso pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida. Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vió como la tortuga había llegado de primera al final y obtenido la victoria.


Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito.

2 comentarios:

carmen diaz dijo...

¡Que divertido ha sido, que tonta la liebre!

marta dijo...

me encanta esta fábula, es mi preferida sin contar con la lechera, que me gustaría que también la pusiesen.

marta guerreiro aneiros